Escuela cooperativa Petit Món-Felisa Bastida - Castelldefels, Barcelona

Andrea Javierre Mateos

Esta escuela me ha hecho crecer tanto profesional como personalmente. Recuerdo a cada uno de mis profesores desde parvulario hasta la ESO con un cariño inmenso. Cada uno de ellos han sabido sacar lo mejor de mi y estoy segura que gracias a ellos he llegado a lo que soy a día de hoy. Ahora tengo casi 30 años y recuerdo mis mejores momentos de la infancia y adolescencia en esa pequeña y a la vez grande escuela. Me duele en el corazón ciertos tipos de comentarios, que me parecen unas BARBARIDADES, ya que no reflejan en absoluto la realidad de esta escuela.

Teresa Bernal

Mis nietos que han estado desde los 2 años hasta los 16 en este centro y yo que fui a recogerlos cada día durante todos esos años, estoy muy orgullosa de la dirección y el profesorado. Siempre hubo una relación cercana y familiar. Se que si mi hijo tuviese que volver a escoger un centro para mis nietos, volvería a escoger el Petit Mon y lo recomendamos a todos los padres.

Gabriel Javierre Castillo

Escuela excelente. Trato a todos los niveles muy personalizado al alumno. Profesorado donde prevalece su profesionalidad y seguimiento constante de la evolución del alumnado. Muy recomendable como colegio de la zona. Mi experiencia personal es inmejorable como padre de mis 2 hijas q estudiaron toda las etapas en este colegio.

Rosa Poquet

Para mí esta escuela ha sido como una segunda familia. Empezando por el equipo de profesores fantástico.
Siempre que en casa surgía algún problemilla de la edad, he podido contar con este equipazo de profesionales.
Creo como madre, que el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos es la educación.
Mis dos hijos han cursado desde P-3 hasta el final de secundaria (13 años)Y solo puedo decir que todos hemos disfrutado mucho. Ahora ellos son ingenieros ( informática por la UPC y ingeniero aeroespacial por la universidad de Castelldefels)
Muy buenos profesores y lo más importante que mis hijos siempre se han sentido como en casa.
Para mí la mejor escuela del Baix Llobregat

Sergi Rabasseda

Muy buena escuela. Como ex-alumno que ha pasado 13 años en este centro puedo garantizar la gran calidad que esta provee. A parte de sus acogedoras instalaciones cabe destacar la profesionalidad de los profesores/as, que constan de gran nivel técnico y unas capacidades de transmitir información excelentes. Pero sobretodo, estoy muy agradecido por los valores que saben transmitir tanto el equipo docente como el no docente, unos valores muy integrados en los metodos de enseñanza y bien adecuados a la sociedad actual.

De las cosas que mas valoro de la escuela es la cercanía que aporta tanto a los alumnos/as como a los padres y madres, característica única que tiene debido a su pequeña capacidad. 6 años después de dejar la escuela, los profesores aun siguen preocupándose por mi, y como yo, muchos otros ex-alumnos con los que aun tengo mucha relación.

Sin ninguna duda fue muy buena decisión ir a este colegio y les estaré siempre agradecido por como me hicieron crecer académicamente, pero sobretodo por como me hicieron crecer como persona.

La recomiendo 100%.

Sandra

Se de dos historias en este colegio que no han acabado bien.
Un niño de la Eso acosado por si compañeros, que se abogaba al fracaso escolar y que casi acaba en un psicólogo, pero que al final se cambió al Instituto público y es feliz.
Y otro niño de primaria que le presionaban constantemente para que avanzara como sus compañeros, mandadole tareas con 6 años para hacer en casa, diciéndole a los padres que iba mal en el cole, y agobiadole porque por narices tenía que llevar el mismo ritmo que los demás, cuando se sabe que a esas edades cada uno tiene su ritmo propio.
El pequeño acabó en el psicólogo. Al final tenía un problema de aprendizaje que en el colegio no detectó nadie, ni la propia psicóloga.
Casi apunto a mi hija allí. Menos mal que conocí estos casos antes.

S. R.M.

Un profesor machista llamado M. B. me dijo que de mayor sería "una mujer florero". Por suerte, cuando acabé la ESO me cambié al instituto público y por primera vez no me sentí ni tonta, ni juzgada por ninguno/a de mis profesores/as. Me licencié en la UB con un expediente de excelente y actualmente compagino mi trabajo en Comunicación con un doctorado. En el instituto público me enseñaron a apasionarme por el estudio y el aprendizaje. Me enseñaron también a pensar con criterio y sobre todo a desconfiar de personas e instituciones (en este caso, colegios) que abusan de su posición y autoridad. El pasado 8M me acordé de M. B. y su comentario y, aunque han pasado muchos años, creo que es necesario -aunque sea tarde- denunciar este tipo de actitudes deleznables. Por supuesto, no todos los profesores/as fueron así; guardo un recuerdo maravilloso de profesores como Albert (música), Mario (y sus tutorías sobre la Guerra de Troya) o Esther (catalán), que siempre estará en nuestra memoria. Pero, como es imaginable, ese comentario y muchísimas otras maneras de hacer del Petit Món pesaron más. Me hicieron sentir insegura y en muchas ocasiones pensé que yo era eso que no querían decir directamente: tonta. Hoy sé cuánto se equivocaban y qué poco saben de lo que es enseñar y apasionar a un adolescente con el estudio. Después de cursar educación primaria y educación secundaria en el Petit Món, puedo decir que mi vida de estudiante empezó en el bachillerato, en el instituto público y siguió -y sigue- en la universidad. Del Petit Món, no me llevé -prácticamente- nada bueno.

Nacho Martinez

Son profesores que se preocupan todo lo que pueden por los alumnos y alumnas y grandes profesionales. Recuerdo con muchísimo cariño a Mila, Rosa, Mario, Geraldine, Marta, Esther (siempre te recordaremos), Lidia, Dolors... Todas y todos tienen un hueco en mi memoria y corazón. Gracias ❤️❤️