El Roure - , Barcelona

Lina Caicedo

Durante los 4 años que hemos estado en El Roure nos hemos sentido acompañadxs lxs 3. Cuando llevas a tu hijo al Roure, en realidad a quien se acoge es a la familia completa, no solo al niño. Sus procesos, la forma de abordar sus dificultades, sus emociones, aunque él sea el protagonista de todas ellas la mirada del equipo es amplia e incluye, siempre, lo que la criatura está viviendo "en casa". Mi esposo y yo siempre nos hemos sentido profundamente agradecidos e inspirados por la absoluta pasión y vocación que transmiten en su práctica diaria, los adultos que acompañan a nuestro hijo....Seguro nos quedamos cortos compartiendo nuestra experiencia en este lugar tan vivo.....vale la pena darse la oportunidad de conocerlo.....

Cecilia Ruiz - Arte e Indagación Personal

Tengo 3 hijos que llevamos al Roure. Estuvimos 13 años formando parte de este precioso proyecto. Mis hijas más grandes ya están en la universidad y el pequeño comenzó ahora la secundaria. Agradezco haberlos llevado a este proyecto que cuida lo emocional y la esencia de cada ser. Veo en mis hijos los resultados del acompañamiento que han recibido en El Roure. ¡Así que lo recomiendo enormemente!!!

Rotia Zua

Tras pasar 10 años en el proyecto de El Roure, si miro hacia atrás, veo un paisaje lleno de conexión, comunidad y aprendizajes, muchos aprendizajes. Aprendizajes con sentido, de los que calan, se interiorizan y dejan huella. Aprendizajes a todos los niveles. Y no solo para mis dos hijas, sino también para toda la familia porque una de las cosas que me llevo de El Roure es la consciencia de acompañar a mis hijas a través de mi propia revisión y transformación.
Creo que la propuesta de El Roure no pretende quitar las piedras en el camino que se puedan encontrar las criaturas, sino acompañarlas, con la mirada cuidadosa de una persona adulta cercana, en todos los retos que se les presenten y aprender de ellos. Un regalo.
Me llena de esperanza que haya proyectos educativos como El Roure.

Noel Cresencio Gonzalez

Una de las primeras escuelas vivas de España. La escuela El Roure, autorizada por la Generalitat de Catalunya, acoge a familias con criaturas entre 3 y 12 años.

"Hemos confirmando que es posible aprender a acompañar a las criaturas desde el respeto a su propia esencia, atendiendo la nuestra. Hemos visto también cómo las criaturas aprenden y florecen sin límites cuando su curiosidad se mantiene despierta, su mundo emocional atendido y su singular naturaleza respetada."
Atención en castellano y catalán.

Pati Blasco

Una maravilla ver crecer a mis hijas en un entorno tan cuidado, donde las personas y sus procesos son el centro. Tanto a nivel individual como colectivo.
Los ocho años que llevamos formando parte del proyecto están siendo muy ricos, nutritivos y llenos de aprendizajes y acompañamientos de calidad.

en mí sostenido

Una comunidad pedagógica que acompaña profundamente la naturaleza de cada criatura de la mano de sus padres con un equipo pedagógico de gran entrega y pasión que implementa innovación educativa desde hace 20 años y que el Departament de Ensenyament ha validado y reconocido. Una cooperativa sin ánimo de lucro que posibilita la escuela y otros servicios y apuesta por la transformación social. Muy recomendables las formaciones que ofrecen para educadores, docentes y familias.
Un lugar para el crecimiento y la transformación individual y colectiva.

MARIA MERCEDES DE CRUZ JIMENEZ

Formo parte actualmente desde hace dos años de la escuela como madre aunque también formé parte del equipo pedagógico durante seis años.El Roure es una escuela que acompaña el crecimiento de las criaturas atendiendo a las necesidades que van emergiendo y respetando la naturaleza propia de cada uno.Una escuela que es comunidad,donde las familias somos eje principal.Una escuela con alma,en plena naturaleza con un equipo entregado a que los niños y niñas crezcan felices y conectados con ellos mismos y su deseo de aprender.

Lorena

Una escuela referente en educación viva, respetuosa con los procesos de las criaturas y sus familias. El acompañamiento al detalle es ejemplar.