Colegio Privado Cumbres School Valencia - Moncada, Valencia

Maria GARCIA ALAMAR

Un colegio hecho a medida, donde el alumno siempre es el centro. Desde todas las áreas se le apoya, guía y acompaña en cada momento de manera individual y sacando el mayor potencial. Colegio/ Casa somos uno y estamos alineados para sacar lo mejor de nuestros hijos tanto a nivel académico como personal. Además el colegio es reflejo de los valores que queremos transmitirles, respeto, amor, responsabilidad, empatía y honestidad.
Además las instalaciones son espectaculares, los niños disfrutan de estar en plena naturaleza y esta totalmente al día de las novedades y tendencias.
Más que un colegio, es una experiencia, es familia.

Eduardo Islas

Tengo seis hijos en el colegio, somos de nuevo ingreso, ciudad nueva, vida y experiencia nuevas.
1. Las familias nos han recibido con cariño y gentileza, me han parecido educados.
2. Los sacerdotes muy bien preparados, son alegres. Invitan a retiros a todas las familias, y nos han ayudado mucho en el aumento de la fe.
3. Los niños están muy contentos en la escuela, los compañeros son amables y se han incorporado bien, sin problema alguno.
4. Los profesores en general bien. Se preocupan por el aprendizaje y desarrollo de los niños, llevan seguimiento y tutorías personales para apoyarlos. Hemos tenido retos para adaptarnos al sistema, y no nos han dejado solos. Si me ha parecido un sistema al estilo antiguo que es más de memorización pero nada que no pueda superarse ya que tiene otras ventajas en el aprendizaje.

Realmente se vive como una familia y todos nos sentimos fenomenal al haber elegido este colegio Cumbres.

MARIA JOSE MOLINS ESTELLES

Equipo de Cumbres,
Daros las gracias por no permitir que mi hijo, 7 años TDAH y NAS, pudiese continuar escolarizado en su centro. Ello nos ha permitido conocer y disfrutar de un centro inclusivo donde se acepta y ayuda a todos los niños, independientemente cual sea su condición.
Ustedes;
- Manifestaron que el Colegio Cumbres School no está preparado para atender sus necesidades y el 3er día de colegio del curso pasado nos invitaron a cambiar de colegio con una metodología de menor disciplina y más flexibilidad. No les importo ni cómo nos sentimos, ni nosotros ni nuestro hijo, ni si teníamos opción de realizar dicho cambio.
- Manifestaron que su única motivación era nuestro hijo y que cada propuesta, cada medida la habían tomado pensando sólo en él. Disculpar que discrepe pero nuestro hijo en su centro curso 5 años, y el 1er año a los 3 meses ya nos indicaron que el centro no era adecuado para él, entonces solo tenía 3 años y ya manifestaba sus dificultades, pero no se atrevieron a no permitirnos continuar, por vergüenza y miedo por el qué dirán (expulsar a un niño de 3 años no está bien visto, no es admisible). La pena fue que entonces no vimos que en Cumbres no teníamos cabida, ya que nuestro hijo no es neurotípico.
- Llevan por bandera la inclusión, somos una familia, el acompañamiento en el ritmo y dificultades de cada niño, y les aseguro que no es así. Un niño de las características de mi hijo les molesta, le rechazan porque les resulta incómodo y no están dispuestos a dedicar recursos extras que necesitan. Eso mismo manifestaron, que no tenían recursos para atender sus dificultades... parece bastante cínico escudarse en la falta de recursos, un centro como Cumbres.
A pesar de lo indicado sabemos que lo intentaron, pero no supieron hacerlo mejor, les faltaba lo más importante: la aceptación, la inclusión, el amor sin peros...Jamás aceptaremos ni validaremos que no hayan permitido continuar la escolarización en su centro (expulsión según el diccionario de la lengua española) a un niño de 7 años con su diagnóstico, y solo deseamos que ningún niño sufra esa exclusión ni en su centro ni en ningún otro.
Siempre daremos Gracias a Dios porque nuestro niño fue feliz en Cumbres, compartió momentos, vivencias con unos niños y sus familias maravillosos, y siempre les tendremos en nuestro corazón. Tanto el niño como nosotros les echamos muchísimo de menos.
Les deseo una Feliz Navidad, pero sobre todo les deseo que nadie excluya a sus hijos y sus familias, como ustedes lo han hecho con nosotros.
El único motivo que me ha motivado a escribirles, es pedirles que vayan de frente, no permitan que un niño con dificultades inicie la escolarización en su centro, para que a la larga se le excluya y se le invite a salir.
Mª José Molins Estellés (bloquedo mi perfil personal en Facebook por el colegio Cumbres School Valencia), muy discriminatorio y cobarde, bloquear sin motivo.
LAS CRITICAS PERMITEN CRECER

Maria Pont

Mis hijos empezaron en Cumbres el curso pasado. La acogida de alumnos, profesorado, sacerdotes..., no solo a ellos, sino a toda la familia fue espectacular. El cole ha cumplido todas nuestras expectativas, no solo en lo académico, sino sobre todo en la formación humana y católica que están recibiendo nuestros hijos. Además el club deportivo del colegio en el que se esfuerzan en educar en valores sacando lo mejor de cada deportista ha sido un plus que no esperábamos. Ellos están felices y dan gracias a Dios cada día por su cole. La mejor inversión que hemos podido hacer por ellos!

Juan

Llevamos al Colegio Cumbres a nuestras hijas mayores en Primaria hace 27 años, después fue la tercera y el cuarto y finalmente la quinta que se lleva 10 años con el cuarto. Podemos decir que es un gran Colegio Católico, en el que la fe se transmite por ósmosis y no se impone. Se intenta formar personas cultas con capacidad de reflexión y análisis que sirvan a los que tienen al lado. Es potente en la enseñanza de ciencias humanidades e idiomas. Además, promueve una gran acción social entre los más necesitados. En fin, recomiendo Cumbres para los que quieran una buena educación católica y de calidad. Para mi mujer y yo ha sido la mejor inversión; ya que podemos decir que Cumbres ha ayudado a nuestros hijos, respetando mucho su libertad a ser "buena gente", "bona gent".

Mar Benlloch Salinas

Soy cumbres este donde este.
El paso por el colegio cumbres ha sido un total regalo para mi, es mi segunda casa.
Acabe mi formación hace dos años acompañada del mejor equipo docente y una formación que me acompaña día a día, tanto académica como personal.
Es un regalo formar parte de la familia cumbres!

Jesús Herráiz González de Cárdenas

Me cambié en tercero de la ESO a el colegio Cumbres desde un colegio concertado. Ya había acudido a varios colegios (todos concertados) anteriormente y nada más llegué me di cuenta de que Cumbres no tenía nada que ver con todos los colegios que conocía. Desde el primer momento vi que había una cohesión perfecta dentro de la clase: a pesar de las enormes diferencias que hay entre niños de 13-14 años, se veía claramente una relación perfecta entre todos los de la clase. Y no solo eso, si no que además existía una relación de gran amistad, respeto y confianza entre todos.

En cuanto a las instalaciones, solo hay que ver las fotos; no hay mucho más que decir, además de que hay una atención especial y rápida solución ante cualquier cosa que pudiera deteriorarse por tiempo o uso.

Los instructores de formación fueron una figura esencial en mi desarrollo como adolescente: tanto Javi como al final Diego me transmitieron siempre gran confianza aún corrigiéndome siempre y sin ver ningún tipo de preferencia o discriminación entre alumnos. Y no solo los veía en lo malo: de echo era en los momentos de crecimiento personal donde mas les recordaré y agradeceré. Muchas dificultades y momentos atípicos pasan los adolescentes, y agradecí la confianza que me inspiraban para hablar con ambos en cualquier cosa que me pudo llegar a preocupar, dándome consejos, teniendo siempre gran discreción cuando lo requería. Se lo agradezco profundamente.

Todos mis otros profesores, destacando a Maribel y a Pepe que fueron mis tutores, tendrán siempre un recuerdo mío. Flexibles y comprensivos pero también críticos y exigentes para sacar nuestra mejor versión. Recuerdo y recordaré con mucho cariño los nombres de todos, y aún sabiendo que no soy el alumno más pacífico y que pude llevar a algunos profesores contra las cuerdas en varias ocasiones, siempre mostraron conmigo respeto, firmeza y gran educación y voluntad de enseñar, siempre disculpándose y compensándolo si pudieran llegar a equivocarse en alguna ocasión.

Todo esto es solo lo básico en lo que se podría pensar al entrar en algún colegio, pero sinceramente recuerdo mil cosas más que acompañaron mi etapa en el colegio: la calidad del profesorado se veía complementada por su trato personalizado, las modernas instalaciones por mil actividades curriculares y extracurriculares, los compañeros por fantásticas convivencias y la buena relación entre todos fuera del colegio, toda la gente como sacerdotes o los que venían a dar charlas…

No creo que pudiera haber sido mejor decisión otro colegio. Aunque solo haya cursado 4 años, recordaré siempre a Cumbres School como el colegio de mi infancia.

Álvaro Aznar

DECEPCIONANTE INCOHERENCIA. RECOMIENDO QUE CAMBIEN EL LEMA DE SU COLEGIO.

Mi opinión sobre Cumbres School fue durante 12 años buena pero es muy triste comprobar que aunque promueven el concepto de que Colegio, alumnos y padres forman una familia, cuando un hijo/a se sale un poco durante la adolescencia del estandar Cumbres, el alumno y la familia en lugar de recibir ayuda y apoyo reciben un progresivo acoso institucional de algunos padres, algunos profesores, precepta de disciplina y de la dirección que deja un daño profundo en alumno y familia que cuesta mucho tiempo de superar.

Cuesta entender como después de tantos años con los niños en el colegio y haber compartido multitud de viajes y experiencias pueden tratar así a familias y alumnos.

Me consta que este comportamiento no es un caso aislado sino que tienen ya institucionalizado este comportamiento: Si algún niño se sale durante algún tiempo del patrón Cumbres en lugar de ayudar y motivar al alumno y a la familia empieza un proceso de duro ataque día a día al niño y a la familia.

Mi principal queja es que siendo un colegio católico con lema Family First deberían ayudar a superar las dificultades que surjan en niños y familias especialmente si los niños llevan en el colegio desde los 3 años.

Dicho lo cual, por dar una opinión objetiva, el colegio en la rama de chicos funciona mejor que en la de chicas, hay algunos profesores excelentes y las instalaciones son muy buenas.

No obstante, lo anterior no puede compensar la gran incoherencia de basar la esencia del colegio en la formación católica y en la familia para luego comprobar que eres un mero número sin cara ni nombre, que no son capaces de trabajar con los alumnos desde una perspectiva de apoyo emocional y positividad para que consigan sacar a la luz su mejor versión, que no entienden que en la adolescencia los niños están encontrando su propia personalidad por lo que es el momento donde necesitan el apoyo de todo su entorno para sacar a relucir su mejor versión. No saben el daño que hacen tanto al niño como a la familia.

Su actitud y modo de actuar es realmente decepcionante y totalmente ajeno al espíritu que promueve Jesucristo y que se esperaría de un colegio Católico.