Guardería Infantil Luna Mágica - Valladolid, Valladolid

Sara Castrodeza

Nuestra experiencia con Luna Mágica ha sido gratificante. Sólo tenemos buenas palabras hacia Tulia y su equipo porque nuestra hija vivió sus primeros años rodeada de grandes profesionales pero sobre todo de grandes personas. Es una guarde familiar, gracias a eso el trato ha sido siempre muy cercano.
No dudamos en recomendarla a los padres que estén buscando la mejor educación para sus hijos.

Miriam Jiménez

Luna mágica es una gran familia donde nuestros peques están en las mejores manos que podríamos encontrar. La directora, Tulia, como el resto de personal realizan una gran labor con ellos y dedican gran esfuerzo a conocer a cada uno de ellos y sus necesidades, comentando cualquier cosa con los padres para atender al peque de la mejor manera posible.
Mi hija ha sido alumna de esta escuela infantil desde los 8 meses, llegamos a ella por la recomendación de unos amigos y no podemos estar más contentos con esa decisión. En ella ha recibido todo el cariño, amor y compresión que necesitaba en cada una de las etapas que ha pasado en alli.
También me gustaría resaltar la importancia que dan a la música y al inglés siendo unos niños que ha crecido y evolucionando con estos pilares.
No puedo más que estar agradecida y encantada con el trabajo realizado y por el trato que mi hija y otros niños han recibido.

Paula

Nuestra experiencia en Luna Mágica, ha sido maravillosa desde el principio, porque aquí no cuidan solo de los niños, también cuidan a las familias.

Elegimos la guardería por la tranquilidad que nos dio Tulia en la primera visita y por la buena impresión que nos dio el sitio, súper limpio y lleno de espacios para experimentar y juguetes (que en otros sitios que visitamos no vimos), la vimos por la tarde cuando se habían ido todos, vacía de niños pero llena de vida.

También por la cocina casera, tienen cocina propia y se nota, el menú está muy bien, pero también se adaptan a las necesidades de los niños, si hay que hacer algún cambio nunca hay problemas.

El proyecto educativo también nos gustó así como todas las actividades extras que nos dijeron que tenían.

En cuanto a la atención a los niños, siempre hemos sentido que nuestra hija estaba cuidada y atendida y muy querida, siempre recibida con besos y abrazos, entendiendo también que se trata de una guardería, donde hay más niños que necesitan atención, y que no es posible que haya una profesora por niño. Por lo tanto, entendemos que es normal que haya días que se duerma más y otros menos, o que se coma más o que se coma menos, pero para nosotros lo importante es que nuestra hija siempre ha entrado y salido contenta de la guardería, que la adaptación fue "un paseo" y nada traumática, que han atendido nuestras peticiones y necesidades y las de nuestra hija, que nos han permitido una flexibilidad que nos ha ayudado a conciliar y que hemos visto la evolución tan positiva que nuestra hija ha tenido desde que entró en la guardería. Y también que nos han acompañado en la educación, orientando y respetando nuestros ritmos.

Gracias a todo el equipo de Luna Mágica por el cariño, acompañamiento, trabajo, paciencia, ayuda y por cuidarnos tan bien.

Maria n

De la guardería Luna Mágica lo único que se pueden decir son cosas buenas. Es una guardería EXCEPCIONAL, donde los niños se sienten como en casa. Yo he llevado a mi hija a esta guardería desde los 7 meses y desde el primer momento ha ido encantada. Durante estos 3 años la niña iba a la guardería con alegría! Y eso da mucha tranquilidad a los padres. Saber que tu pequeña va a estar cuidada y atendida por grandes profesionales, que además de darle todo el cariño del mundo la han enseñado valores, pasión por la música, inglés....que más se puede pedir!
El último día de la guarde antes de ir al cole de mayores nos dio muchísima pena porque dejarla en Luna Mágica era como dejarla con alguien de la familia.
Cuando buscamos guardería, después de la entrevista con Tulia lo tuvimos claro! Instalaciones super limpias, cocina propia, inglés, clases de música.... La recomiendo 100x100 y la volvería a elegir mil veces.
Muchísimas gracias Tulia!

Maria Parro

Valores, respeto, cariño, música y mucha comprensión, es lo que en resumidas cuentas hemos recibido de esta guardería. Y aún nos queda un hermoso segundo curso por delante y con la intención, si hay suerte, de que nuestro segundo hijo siga los pasos de su hermana mayor.
Buena tarde!

Mery88

Trás leer varios comentarios que son falsos y lo único que intentan es hacer daño a la guardería me he cansado y he decidido contar mi experiencia REAL y VIVIDA en Luna Mágica y muchas familias la corroboraran junto conmigo.
Mi hijo llegó a Luna Mágica con 7 meses y finalizó con el comienzo del curso escolar 2024-2025. Han sido los mejores años que podía tener un niño. El amor y cariño que les ha dado siempre las profesoras ha sido tanto que se ha visto reflejado en casa siempre enseñando los.principios básicos de las personas. Han cuidado de mi hijo igual o mejor de lo que lo habría hecho yo. Durante estos años gracias a ellas ha ido desarrollandose y aprendiendo todo lo que correspondía con su edad. Han estado siempre ahí para las buenas y para las malas apoyándome a mí y al niño en todas sus etapas.
Su amor , dedicación y compromiso por los niños se percibe desde el.primer momento.

Recalcar que el ser una guardería bilingüe sorprendentemente ha hecho que mi hijo con 3 años entienda perfectamente frases cotidianas y básicas en ingles.

Podría hablar horas de todo lo que me ha aportado a mi familia el llevar a mi hijo en esta guarde y todo lo que sufrimos al decirles adiós para empezar la nueva etapa de cole. Ojalá Luna Mágica fuese para más años en la vida de los.peques.

Gracias por.todo chicas ❤️

L

Muy contentos de haber elegido esta escuela durante los 5 meses que hemos estado viviendo en Valladolid, nos ha dado mucha pena que nuestra hija dejara de ir al tener que volver a nuestra casa en otra ciudad. Las educadoras son todas increíbles y cariñosas, hemos tenido mucha suerte de haber dado con ellas!! ❤️❤️

Inés Marbán

Llevamos a nuestro hijo desde los 8 meses hasta los 16. Nos decantamos por esta escuela por varios motivos: comida casera, con un menú relativamente apropiado para la edad de los peques, posibilidad de administrar leche materna, número de bebés en el aula y movimiento libre para los peques. Además aprenden mucho a través de la música.

Las profesoras del centro han ido rotando a lo largo del curso bastante, no teniendo en las más nuevas esa figura de referencia que los peques necesitan. Nos preocupaba bastante el aumento del número de bebés en el aula: cuando nos matriculamos iban a ser únicamente 4 bebés en el aula de 0-1 y hemos finalizado el curso siendo bastantes más.

En cuanto a la comida, el menú es bastante variado y aceptan las indicaciones de las familias respecto a administración y alimentos restringidos.

Iniciamos el curso sin agenda ni física ni digital, y la información se transmitía a las familias vía WhatsApp. Era una información detallada sobre cantidades de comida (qué había comido, probado o no querido), algunos días nos contaban las actividades que hacían con los peques, e información de sueño y deposiciones. A mitad de curso cambiamos a agenda digital, donde se suponía que íbamos a poder hablar con todas las profesoras del centro, y tener una comunicación fluida. No ha sido así por varios motivos. El envío de mensajes está restringido, de manera que a partir de las 18:00 no se pueden enviar mensajes, y a veces quedan las conversaciones interrumpidas por no poder continuarlas. Solo una persona se encarga de subir la información, por lo que la comunicación por esta vía quedaba suspendida durante vacaciones o ausencias imprevistas de dicha persona, nunca se hacía en tiempo real, y a veces se demoraba hasta la noche (cuando a esas horas la info ya no es relevante). La información mostrada en la app es vaga, sin apenas detalle sobre la comida, muchas veces no se indicaba la hora de despertar de la siesta, y sin detalle de actividades. Tardaban mucho en compartir las fotos que hacían durante la jornada, y no siempre se sube todo el material, porque en redes sociales se pueden ver luego fotos/videos que no se han compartido con las familias.

Otro de los puntos más conflictivos para nosotros era la hora de la siesta. Los niños se duermen por agotamiento después de la comida, lo que hace que a veces no quieran comer, o comieran menos de lo habitual. Nos comunicaron que no quería dormir a media mañana porque prefería jugar al estar rodeado de otros niños, pero ha sido dejar de ir a esta escuela, y desde el primer día en la nueva ha retomado sus horarios de siesta a media mañana antes de la comida (a pesar de no conocer el lugar y de haber igualmente niños haciendo otras actividades).

Respecto a los no lectivos, este centro abre todo el año excepto la segunda quincena de agosto. En estos periodos no lectivos juntan en el espacio de la escuela a los bebés de 0-3 que tienen habitualmente, con niños mucho mayores, de hasta 10-12 años de acuerdo a la publicidad de sus campamentos. Es una diferencia muy grande de edades, necesidades y actividades para un espacio tan reducido, y la sensación con la que acabábamos estos periodos es de que lo acaban pagando los más pequeños. Esto provoca además que dentro del centro haya materiales (como globos) o alimentos (como palomitas) que no deberían encontrarse en una escuela infantil por el riesgo de atragantamiento que puede suponer, o que se proyecten películas, cuando las pantallas no están recomendadas para los más pequeños.